“LA VIDA NO ES SOLO

COMER”

Nunca como hoy, la humanidad, ha dispuesto de tantos adelantos: comunicación por aire, tierra y mar. Recursos de alimentación o bienes materiales en abundancia y, por contraste, en algunos lugares con tanta escasez y desigualdades.

Nunca como hoy, la humanidad, ha tenido tanto y, por lo que sea, nunca ha tenido tanta sensación de insatisfacción, de infelicidad. Algo ocurre en nuestro globo cuando, tanto personal, dice tener poco apego a la vida. Cuando, la droga, el suicidio u otras prácticas de riesgo se convierten en una llamada de atención que nos debiera de hacer reflexionar: la vida, no sólo es tener, acaparar, aparentar, conquistar, consumir o comer. Es mucho más. Tenemos que descubrir o llegar a algo más que le dé sentido.

¿Dónde está la respuesta? Para nosotros, los cristianos, en Cristo. Y desde ahí hemos de trabajar. La apariencia, lo material y lo puramente superficial, se pueden convertir en un cruel muro que nos impida dar el salto a Dios.

Hoy, como entonces, también nos encontramos con escenas muy parecidas: ¡creo en Dios pero no en la Iglesia! ¡Yo me confieso directamente con Dios! ¡A mí con creer en Dios me basta, ¿No será en el fondo que seguimos sin creer en el Dios encarnado? ¿No será que, muchos, seguimos o siguen pensando que Dios es un Dios a nuestro antojo, capricho y sometido a nuestra propia ley?

Ojala, sigamos avanzando en el conocimiento de Dios. Pero, no lo olvidemos; para llegar hasta El, el único camino es Jesucristo.

Que no reduzcamos nuestra vida a un comer. Que nos preocupemos de buscar siempre razones, momentos, ayudas para “un ir viviendo creyendo en Jesús”.

Pbro: Lui Hipolito Merchan